jueves, 1 de enero de 2015

LÓGICA — ALGAS CON MEDIAS ROJAS

Buenas tardes, damas y caballeros.

Me alegra volver por aquí después de casi dos años de no pisar el blog. Está todo un poco polvoriento, pero la maquinaria sigue funcionando. Así que, sin más dilaciones a partir de aquí, vamos a lo que nos ocupa.

Lógica. Oímos hablar sobre la lógica. Prendemos la radio y escuchamos hablar sobre la lógica. Uno prende el televisor y se la pasan hablando de lógica. Y nosotros somos la lógica. ¡Así que qué me vienen a hablar de la lógica!

Eso mismo. ¿Ha quedado claro? ¿No? Pues tan sencillo como que la lógica es una de las herramientas más útiles con las que podemos contar en cualquier situación cotidiana. Para muchos profesionales es indispensable. Nuestros ordenadores responden a comandos lógicos. La matemática y la filosofía aplican constantemente la lógica. Las ciencias usan las matemáticas para dar sentido cuantitativo a sus descripciones e indirectamente usan la lógica. La lógica usa la lógica.

Para la lógica no hace falta saber nada. Podría decirse que entonces estamos aplicando un sentido común refinado, y no estaríamos lejos de la verdad. Tratamos de elevar nuestra experiencia cotidiana de la realidad y aplicarla a formas un poco (pero sólo un poco) más abstractas.

Establezcamos reglas de juego. Digamos que una proposición sólo puede ser verdadera o falsa, en donde verdadero o falso es una convención que asigna a cada idea un grado de validez. Digamos también que valen los métodos de inferencia que conocemos desde Grecia (modus ponens). Y listo.

¿Listos? Allá vamos.

  1. Todas las algas usan medias rojas.
  2. Todo objeto o animal o persona que usa desodorante sabe tocar el saxo.
  3. Todo lo que eche humo usa desodorante.
  4. Nada ni nadie que use medias rojas puede tocar el saxo.

En consecuencia se deduce que
"Las algas echan humo".

Consideremos que las cuatro primeras sentencias son premisas. Entonces decimos que son verdaderas. La última es una conclusión. Nuestro deber es decidir si es verdadera o falsa. Y para ello debemos justificar. Si es verdadera, debemos demostrar a través de una cadena finita de razonamientos e inferencias que asumiendo los cuatro axiomas llegamos a esa conclusión. Por el modus ponens esto demuestra que es cierto. Si es falsa hay que ver por qué lo es.

miércoles, 20 de marzo de 2013

SOLUCIÓN Nº 000XX - LA FIESTA QUE EXISTE Y NO EXISTE

En nuestro capítulo anterior...

... tras el planteo de este ejercicio, nos había quedado una duda pendiente.

¿Por qué se reían los alumnos y docentes?

Y ahora ha llegado el momento de develar este pequeño misterio. La solución de este ejercicio no es tal, y esto quiero hacer notar desde un principio. Cuando hablamos de paradojas, por lo general, la mayoría solemos tomarnos la cabeza con ambas manos, pero no creo que sea para tanto. El viernes un amigo me planteó este mismo problema (así como está en la entrada anterior), y desde entonces he cavilado sobre ponerlo aquí o no. La cuestión era la paradoja, algo que me habría resistido a plantear lo anterior como un problema común de matemática y lógica. Pero he pensado que, haciendo constar este detalle, no habría problemas. ¿Listos para la solución?

Los alumnos piensan lo siguiente: Como la condición de la fiesta es que sea sorpresa, llegados el jueves sin haber tenido la fiesta, el único día que queda es el viernes. Pero por descarte, la fiesta sserá ese día. Pero como nosotros ya lo sabemos, dejará de ser sorpresa y no se hará. Pero lo mismo ocurre si llega el miércoles y aún no tenemos fiesta. Tiene que ser, sí o sí, el jueves, lo que hace que deje de ser sorpresa. Y así también ocurre con el miércoles, el martes y el lunes. Luego esta mujer nos está tomando el pelo.

Como os dije la semana pasada, hay algo más de donde tirar en este problema. Fijaos en que la solución es contradictoria. Los estudiantes, si siguen sus razonamientos, irían el lunes con el convencimiento de que ese mismo día tiene que hacerse la fiesta. Pero como ellos ya lo saben, deja de ser sorpresa. Luego la fiesta no se hace. Pero como ellos no esperan entonces que la fiesta no pueda hacerse, ese día la fiesta puede ser sorpresa. Y así podríamos seguir ad aeternum. Si llamamos "p" a la sentencia "Hoy habrá fiesta", estamos diciendo que p y no p son verdaderas al mismo tiempo, o que p es verdadera y al mismo tiempo es falsa.

Es como si la rectora dijese: "La fiesta será el viernes y la fiesta será sorpresa. Llamaremos "p" a la sentencia "La fiesta será el viernes" y "q" a la proposición "La fiesta será sorpresa". En principio, q es falsa por lo que p afirma. Si la fiesta es, efectivamente, el viernes, p será verdadera. Pero como ya se sabe cuándo se hará la fiesta, la fiesta no es sorpresa (q es falsa). Luego la conjunción p y q es falsa. Como los estudiantes no esperan la fiesta el viernes, si la rectora se las da, resultaría que es una sorpresa (de donde q es verdadera y se tiene que p y q también es verdadera).

Mucho se ha discutido sobre esta paradoja, pero este trabajo se los dejo a vosotros. Por mi parte, lo percibo como un problema extraño de mecánica cuántica :P Pues eso, gente, sed felices.

Hala, el primer problema en más de un año (¿no?) y termina resultándonos una paradoja. Intentaré que los próximos sean más tiernos, ¿vale?

miércoles, 13 de marzo de 2013

EJERCICIO Nº 000XX - LA FIESTA QUE EXISTE Y NO EXISTE


La rectora de una universidad un buen día tiene una idea brillante: a saber, dar una fiesta sorpresa a todas las facultades de la Universidad. Ee mismo día hace una ronda por todas las facultades, anunciando que durante la semana próxima (entre el lunes y el viernes), habrá una fiesta sorpresa. Pero la condición indispensable de la fiesta es que sea sorpresa.

Todas las facultades quedan encantadas de la vida con la noticia, salvo una. Cuando la rectora llegó a la Facultad de Matemática y dio el anuncio de la fiesta a los estudiantes y a los docentes, todos comenzaron a reírse, como si se les hubiera contado una buena broma.

¿De qué se estaban riendo?

Que nadie se queje, es una pregunta totalmente válida. Aunque si me lo permitís, y dado que este es el primer problema que hemos tenido en esta bitácora desde hace mucho tiempo, me permitiré añadir un bonus.

¿Hay algo que no termine de cerrar en el problema o en su solución? Como sugerencia, os dejo que penséis en la paradoja del examen que no se puede tomar (pero sólo que penséis, no que me copiéis los razonamientos de la Wikipedia, que os conozco :P ).

Hala, conocéis las reglas. De aquí a una semana se publicará un post con la "solución" del ejercicio. Tenéis hasta entonces para plantear vuestras soluciones, inquietudes y cuestiones.

Damas, caballeros, que comience el juego.

P.S. Dejadme que vayya viendo cuántos problemas y ejercicios llevamos publicados, así doy la numeración correcta.

viernes, 18 de enero de 2013

Cujo, de Stephen King

Acabo de leer por segunda vez la novela "Cujo", de Stephen King (el tío alto de Maine). Como no se me ocurría otra cosa que publicar (y como quiero dar un poquitín de vida a este sitio), creo que esta es tan buena opción como cualquier otra para disparar una entrada sobre literatura. Así que, habiendo hecho esta pequeña introducción, allá vamos.

La novela es buena. Digo más. Es muy buena. Vamos, es un libro que desde que lo abres no puedes dejar de leer. Cada página que va pasando aumenta el suspenso y la inquietud del lector. Es una novela que puede gustarte o no, pero no te dejará indiferente.

Es una novela situacional, de ahí que sea de lectura ágil. Planteamos una situación hipotética. Una escena que tenga la suficiente garra como para atrapar al lector y de ahí vemos qué ocurre. En este caso, planteamos sencillamente "¿Qué sucedería si una mujer y su hijo quedasen atrapados en un auto, mientras son acosados por un San Bernardo con rabia?". Y sale este libro.

No es una novela de argumento complejo, de una trama finamente calculada durante semanas. Es el vómito de una idea, sin ir más lejos.

Como comentario curioso, el señor King aplica una técnica que es casi una tónica en su obra (aunque no recuerdo si la habrá usado con tanta terquedad alguna otra vez), y consiste en el reverso del deus ex machina. En literatura, el deus ex machina (el "dios de la máquina") es un recurso con el que algunos están más o menos de acuerdo, pero se resume en propiciar la aparición de un agente benévolo (interno o externo), de una situación, persona, lugar o evento de naturaleza variable, que ayude al protagonista para deshacerse del problema central de la historia. En vulgar: le ayuda a salirse de los líos en los que se ha metido. Hay quienes lo manejan de forma aceptable, y hay quienes lo usan de forma chapucera e indiscriminada (y demasiado poco elegante). Es la salvación del personaje, a grosso modo; una vulgar ayuda que el escritor le da para que siga sobreviviendo un rato más o para que todo acabe bien.

Pues el recurso del reverso del deus ex machina es hacer todo lo contrario a usar el deus ex machina. En lugar de ayudar al protagonista, estorbar gratuitamente sus vidas con problemas. Desde el principio de la novela todos los acontecimientos, incluso los más pequeños, están  al servicio de la catástrofe, de evitar por cualquier medio las soluciones rápidas y convencionales. Está forzando durante todo el libro una confrontación única e inapelable, un cambio radical de concepción paradigmática (que la protagonista tiene que comenzar a ser distinta o morir, en criollo). La novela es muy realista en ese aspecto. Refleja con un sentido del humor casi siniestro la furiosa declamación de Murphy: "Si hay algo que pueda hacerse mal, entonces se hará mal". Y es así como el lector se siente impotente al ver cómo las vías de salvación se van cerrando inexorablemente. Te desespera y no puedes dejar de leer, rogando en todo momento que ocurra esto o aquello.

Los personajes están muy bien escritos. Son reales, son naturales. Actúan de acuerdo a lo que haría cualquier hijo de vecino en una situación similar. Subjetivamente hablando (es decir, lo que un servidor siente), las mujeres de esta novela son unas estúpidas. O el señor King estaba enfadado con su mujer cuando escribió todo esto o tiene mucha facilidad para crear personajes con la facultad de caerme mal. No están mal escritas, en absoluto, sólo me caen increíblemente mal. La protagonista es una mujer estúpida e insulsa, con pocos recursos, con ninguna cualidad positiva más allá de gastar un cuerpazo de aquellos. La esposa del mecánico es una mujer superficial y primitiva que no percibe que es igual que su marido, a pesar de querer destacar internamente una diferencia primordial entre ambos. Incluso una mujer que aparece en segundo plano del libro es tan estúpida que no diferencia los días de la semana. De acuerdo, todo sirve al reverso del deus ex machina, pero no se deja de notar una acuciante hostilidad hacia las mujeres.

Se le pueden poner pegas a la novela por el exceso del reverso del deus ex machina (la actuación del sheriff en un proceso habitual deja mucho que desear, y más aún si consideramos que es un personaje que hemos visto ya en "La zona muerta", y que allí se manifestó como un buen funcionario y un buen detective). Finalmente, la resolución del conflicto secundario de forma casi milagrosa parece una burla al lector, en plan "¡Te jodes ahora traemos al deus ex machina de toda la vida!". Pero bueno, supongo que fue una agradable broma literaria.

En resumen. La historia es buena, está bien contada y los personajes son coherentes. Podríamos considerar que es un guiño a los lectores, aunque no necesariamente. Es muy recomendable. Así que eso, os la recomiendo.

E inexplicablemente, me dieron ganas de tener un San Bernardo por casa :P

martes, 15 de enero de 2013

TEORÍA DE LA PUBLICIDAD - Lección nº 001 - No me seáis gilipollas



Tras un largo periodo de ausencia en el que os he tenido muy desatendidos, fieles y constantes lectores de "El salón del estudio" (próximamente en cines), vuelvo dispuesto a encarar un tema de reflexión que se convertirá, como es sana costumbre en esta bitácora, en una lección magistral. Exactamente, eso que nunca hemos hecho. Porque jamás me he pretendido poner en el papel de un maestro que resuelve dudas y conoce arcanos secretos. En absoluto. Pero hoy, por veintiúnica vez en la historia del universo, me proclamo "Abad Sapiente de la Sabiduría Sapiencial". Así como lo habéis leído. Manda cojones. Y la lección comienzaaa... ... ¡ya! He estado alejado del correo electrónico un par de meses, pero el correo electrónico ha seguido funcionando, y esta tarde me he puesto a separar la paja del trigo, como quien dice. Entre las actualizaciones de las redes sociales y los esporádicos mensajes de algunos contactos he percibido una tónica. Una nota dominante. Ah, no, que la tónica no es la dominante... eeen fin. Un patrón que se repite (se ajusta más a la descripción). Eventualmente, cada cierto periodo de tiempo (de variación indefinida), aparecen comentaristas anónimos. Sí, como lo oís, anónimos (si estáis oyendo una voz que dice "anónimos" sin que vosotros leáis en voz alta, ejém, os sugeriría un centro psiquiátrico apropiado, pero no soy quién, claro está). E invariablemente, los autores de estos comentarios (que no le envidian nada a sus creadores, porque son igualmente anónimos :P) siempre escriben con un motivo fijo: venderte algo. Y siempre escriben en un lugar fijo: entradas antiguas que difícilmente sean vistas. Y siempre ocurre en blogs que, al igual que este, tienen una frecuencia de publicación lo que podríamos llamar "laxa" (y véase el mayor eufemismo del mes de enero de dos mil trece... ... ¡coño es dos mil trece y no os felicité el Año Nuevo ni la Navidad!... ... ejém... estaba hablando yo, si no te molesta... ... ... el mayor eufemismo de enero del dos mil trece para decir "bitácoras abandonadas"). Es decir, y recapitulando. Tenemos comentarios dejados por usuarios anónimos. En los comentarios se ofrecen productos, servicios, fantasías por correo y quizás alguna crema hidratante. Creo que esto tenía nombre... ¿spam, no? Estos comentarios generalmente aparecen en un idioma distinto al idioma del blog en el que son dejados. Son colgados (los comentarios) en entradas antiguas; y lo que es peor, en entradas antiguas de blogs con baja frecuencia de publicación. Más allá de que el spam sea un perno y toda la cosa, ¿vosotros también apercibís el fallo fundamental de este mecanismo, verdad? El spam quiere vender algo, hacer que las personas se enteren de la existencia de un producto o un servicio y de una forma para adquirir alguno de los dos (o los dos, o tres incluso, quién lo sabe). Y como ya hemos ido más allá de la cuestión "Spam o no spam"...
    • Si publicas en una entrada antigua la única garantía de que alguien vea lo que has publicado es que ese alguien esté suscrito a los comentarios de esa entrada. Considerando que muchos usuarios de Blogger anulan la suscripción a esos comentarios cuando la entrada ya perdió vigencia o fueron contestados debidamente (si es que se suscribieron a los comentarios), la pregunta evidente ahora es "¿Tú de qué vas?".
        Que si encima de publicar en una entrada antigua, la entrada está en un blog poco frecuentado, tus posibilidades de que alguien vea lo que quieres vender disminuyen sensiblemente. Vamos, hombre, no creerás que el mundo entero entrará al blog más desierto del mundo para ver si alguien está ofreciendo una dotación de Viagra con un descuento del siete por ciento, ¿o sí?
          Que si publicas en un idioma ajeno al del blog... Pues mira, mucha gente sabe varios idiomas, no te lo discuto. Es evidente que el idioma de una bitácora no restringe el público de la misma, pero sí marca una tendencia. Si un ruso sabe español y se cruza con este blog y le interesa practicar el idioma o le parece interesante el contenido del blog (“Perdón: ¿qué?”) es posible que se siente a leer. Pero dudo que si ese ruso se topa por casualidad con este blog se ponga a aprender español para leerlo, y mucho menos para llegar hasta la entrada de hace tres años y ver si alguien está vendiendo pasadores para el cabello a mitad de precio de lo que se vende en la feria de artesanía de su ciudad. Si haces una publicidad lo que quieres es llegar al mayor número de personas posibles, y si quieres publicitarte en un blog de habla hispana, lo más probable es que tu público esté formado, mayoritariamente, aunque no exclusivamente, por personas de habla hispana. No me molesta el spam, en absoluto. Es muy divertido. De verdad. Pero pensé que estos consejos podrían veniros bien. Así que, queridos anónimos publicistas, no me seáis gilipollas y dedicaros a tejer al macramé, que seguro que os queda más bonito. E incluso molesta menos al resto del mundo. Vaya, como que le haríais un bien a la Humanidad y eso. ¿No os gusta la idea? ¡Seríais héroes! ¡Héroes!
  • martes, 4 de septiembre de 2012

    El gaspacho no me gusta... Puf, que bueno, que sí, que me gusta, que es la leche y que mola un montón



    La entrada no va de sopa de tomates. Iba a poner un título más dramático, pero qué coño, suficiente drama han hecho con un hecho de nada.

    No soy muy aficionado al tomate (en algún lugar debo haberlo dicho), y luego no me apasiona el gaspacho. Mi pregunta es muy sencilla: ¿Está mal decirlo? No, de verdad, ¿está mal? Pues parece que últimamente está mal decir las cosas como las ves. Podría reseñar los últimos acontecimientos de mi vida (en relación con "la verdad"), pero violaría algo así como el secreto de sumario y haría quedar mal a personas que quiero y aprecio verdaderamente (a pesar de todo). Así que deberemos conformarnos con mi poca afición al gaspacho y con antiguas anécdotas de mi escuelita primaria.

    ¿Listos? Allá vamos.

    Esta mañana, mientras oías de casualidad las noticias por el radiotransmisor ("Hijo, no puedo creer qué invento tan misterioso ese aparato, parece que hay gente dentro"), escuché una noticia un poco del mundo absurdo que estoy acostumbrado a frecuentar. Resumiré la situación tal como la he visto en algunos sitios. Por lo visto, un estudiante de la provincia de Córdoba, de la ciudad de Villa General Belgrano, de algo así de dieciseis años, fue a una muestra fotográfica con temmática de María Eva Duarte de Perón, con motivo de su sextagésimo aniversario de fallecimiento, en una visita organizada por los docentes de su establecimiento educativo. (¿A que la oración anterior me ha quedado de miedo, no?). Pues bueno. Cuando el joven salía de la muestra (a la que no había ido con mucho entusiasmo, todo sea dicho), ve que hay un libro de anotaciones y decide exponer su opinión; con mucha alegría dice que la muestra le dio asco y firma como anónimo. Vuelven al establecimiento educativo (que estaba a medio kilómetro del lugar donde se exponía la muestra) y allí dice que él ha firmado la entrada y los profesores lo amenazan con diez sanciones. Alegan que ha sido una falta de respeto y que el colegio ha debido tachar la entrada y presentar excusas ante la asociación del bicentenario (o algo por el estilo), y que al chaval le caerán las diez sanciones de lleno (y según el padre, las diez sanciones fueron escritas en el cuaderno, a pesar de que la directora afirmara que estaban en suspenso).

    No voy a entrar en detalles. Si queréis ver más información, deberíais leer este artículo, que aparece bastante completo (y es fácil encontrar entradas si buscáis "REcibe diez amonestaciones por decir que le daba asco una muestra de Eva Perón" en el Google). Pero como dije, no quiero ahondar más sobre los detalles (al menos no de momento, si bien luego los detalles terminan siendo la solución de todo enigma).

    Mi postulado es muy sencillo. Me permitiré exponerlo en una sílaba.

    ¿¿Eihn??

    ¿Estamos todos tontos o qué? Luego decís que yo estoy algo chalado, pero ¿os estáis oyendo discutir todo esto? ¿Soy el único que no le ve sentido? Cierto. Cada vez que me encuentro con un grifo de esos que están temporizados por un botoncito que regula la salida del agua me pongo a reír como un histérico. Pero eso no viene a cuento. ¿Es en serio? ¿En serio no hay nada mejor que hacer?

    Podría decir que vivimos en democracia, y que todos somos libres para decir lo que nos venga en gana. Podría decir que el tachado de la opinión fue censura, no importa la explicación posterior del colegio. Podría decir que las amonestaciones fueron puestas por el comentario per se y no por haber firmado como anónimo. Podría decir que la base de la democracia es la discrepancia y la contradicción (de ahí que no considere a la democracia un sistema digno de crédito, pero no viene al caso). Podría decir que tolerancia es aceptación paciente (y en ocasiones amarga) de cosas a las que no adherimos, y no adherencia a aquellas cosas que de entrada no nos gustan. Pensar que la tolerancia es esto último nos coloca en la posición de uniformidad. Esto es grave. Muy grave. Empezamos por una escuela que da diez amonestaciones a un chaval al que le gusta la Historia (mal vamos) porque el chaval en cuestión dice "Me pareció un asco la muestra". No me jodas. "Asco" es la palabra más suave que he oído en relación a esto.

    Sinceramente. Yo creía que era un hombre libre de decir "Esa sinfonía fue una mierda", o "Los cuadros eran horribles", o "Esta novela es basura condensada", o "Perón era un antiintelectual de pacotilla". Y yo creía que podía decirlo así sin problemas. De hecho, yo creía que podía decirlo sin que me cayesen encima las autoridades del orden y la pulcritud (se me vienen a la mente los auditores de Mundodisc).

    Podría preguntarme qué coño nos está pasando. Estoy un noventa por ciento seguro de que si (y excusadme, pero es cierto) el chaval hubiese escrito "La Iglesia me da asco", nadie habría levantado la perdiz. Creo que hasta le hubiesen hecho un monumento. ¿Estamos tontos? ¿Acaso vivimos en el mundo en que consideramos bueno al ganador y malo al perdedor? Quiero decir... Pues bueno, Evan Duarte representa una cruzada muy fuerte por la defensa de los pobres, de los derechos obreros, de los derechos de la mujer, y es casi un símbolo omnipresente del partido político al que pertenece la señora presidente. Es un personaje a quien Fernández viuda de Kirchner admira en cierta medida. ¿No podemos meternos con Eva Duarte porque es la buena de la película? La conclusión es la misma. USA es la leche, los rusos son unos comunistas de porquería que quieren dominar el mundo. Eva Duarte es la heroína y los militares unos maricas que merecen justicia y abucheos y nadie se calienta cuando sale gente pidiendo su muerte.

    Pues no. El mundo no debe funcionar así. En este mundo yo soy libre de decir lo que quiera y de quien quiera. ¿Quiero tirarle huevos a la Bandera? Meta. ¿Quiero destrozar la figura de San Martín? Meta. ¿Quiero hacer un santuario para Galtieri y para Hitler? Meta. ¿Quiero hacer una ópera en la que Eva Perón es la buena buenísima de todos los tiempos? Meta. ¿Quiero hacer una obra de teatro en la que Eva Perón conspira de forma maquiabélica para generar burros e ignorantes? Meta. De lo contrario el criterio es "Piensa lo que quieras, pero siempre y cuando nosotros lo pensemos". Mientras no te dediques a llevar actos violentos contra otra persona, puedes decir lo que te venga en gana (y luego a no quejarse). Vale, vale que existe el respeto (al menos una cuota mínima). Pero la barrera del respeto es tan tenue como las motas de polvo de una habitación.

    Pero no. No diré nada de esto. Me limitaré a señalar que me parece desproporcionado llamar al ministro de educación para que suelte algunas perlas magistrales y para oír al desfiel de pasmarotes que eran de esperarse. El primero de ellos, el chaval que escribió eso. Las cosas como son. Eva Duarte me parece un personaje siniestro, pero eso no tiene importancia aquí. Lo que de verdad importa es esto. En este país existe una ilusión (en el sentido negativo de la palabra). Es como el niño de diez años que dice "Los Reyes Magos existen", pero que sabe que algo anda mal en todo ese asunto. Aquí todos somos libres, todos tenemos derecho a opinar y expresarnos, aquí todos nos toleramos. Pero hasta cierto punto. Cuando las ideas comienzan a ser demasiado excéntricas, cuando la rebeldía se va de los causes habituales, cuando nos ponemos pesaditos... pues ya basta de tanta libertad. Parafraseando a Albertti sobre Sarmiento... Las ideas no se matan, siempre y cuando sean las suyas.

    Espero que el chaval haya aprendido la lección. Que si quieres pensar, debes hacerlo solo, y si te quieres expresar, debes ser mucho más sutil. Y que la Historia, como todos sabemos, no conduce a nada bueno. Y vamos... menudo follón. Que detrás de toda la cháchara pedagógica no subyace otra idea distinta de "Aquí las cosas se nos están torciendo y debemos dar un volantaso".

    Vosotros sólo debéis esperar. Dentro de nada seremos Cuba, y dentro de menos aún, Venezuela. En menos de lo que canta un gallo seremos un estado militar al estilo de USA.

    Vaya, y yo que creía que ya no iba a tener temas para criticar...

    viernes, 17 de agosto de 2012

    Una Historia de Amor


    Una historia de amor
    Cuando se conocieron no pudieron pensar en un futuro juntos. Los dos eran demasiado diferentes el uno del otro. Ella había pasado por experiencias muy difíciles desde que comenzó a andar por el mundo. Tenía sus buenos golpes y sus buenos y viejos secretos. Era una mujer que tenía mucho kilometraje y a la que le gustaban las emociones fuertes. Él tenía un perfil bajo y sentimental que lo había hecho blanco y presa de conflictos que no lo habían dejado bien parado. Quizás él era capaz de ayudar al resto del mundo, menos de ayudarse a sí mismo a superar su timidez natural. Una timidez que conseguía encubrir con una personalidad jocosa y encendida. Siempre estaba dispuesto a sonreír. Y cuando cruzaron caminos… Fue él quien pensó en dar todo de sí a causa de aquello que había brotado entre ambos. Ella no estaba segura de sus sentimientos. El mundo la había forjado para ser fría y un poco despiadada, y no había tenido una verdadera experiencia romántica. Pero él sabía que lo suyo podía ser más hermoso que una ilusión. Podía convertirse en realidad. A pesar de que sus vidas eran dispares y de que podría haber conflictos, él estaba convencido de que aquella era la mujer que quería para compartir el resto de su vida. Ella dudaba y él se afirmaba más en su convencimiento. Y entre ellos brotó el amor. Juntos se complementaron. Eran el contrapunto perfecto. Eran la pareja ideal. Él comenzó a ganar seguridad en sí mismo y a depender menos de los demás. Ella consiguió abandonar sus viejas costumbres y modos de pensar y se atrevió a soñar en un nuevo universo. Un universo en el que la sangre y la muerte y la violencia se veían opacadas por el amor. Pero nuevos obstáculos se interponen en la pista de estos enamorados. Los obstáculos que podría encontrar cualquier pareja común y corriente. Pero ellos, además de ser una pareja, no son nada comunes ni corrientes. Así que tendrán nuevos retos para sortear en la carrera del amor.
    ¿Buena historia, no? ¿Muy melodramática, no? ¿Muy mía, muy de Nicolás, no? Pues no. Desde ya. No encontré el amor ni nada de eso. Por si os lo estabáis preguntando. Mi respuesta es un rotundo “NO”. Entonces, me diréis (y creo que la pregunta es justa), a santo de qué viene todo lo anterior, que parece una descripción malísima de una novela rosa. Amigos y amigas… ¿qué iba a ser? ¿Olvidáis que soy un friki? Todo lo anterior es mi concepción de cómo sería un romance entre Herbie, ese simpático (y a veces irritante) escarabajo blanco y Christine, ese divertido Plymouth Fury del 58 que cada tanto gusta de darse un paseíto y cargarse a la mayor cantidad de transeúntes que encuentra. ¿A que hacen una pareja perfecta? ¿Os imagináis la secuela? Una historia de amor II Los Frutos del Amor (A mí no me miréis raro, considerad que hemos debido soportar Freddy contra Jason y Alien vs. Predator, yo no soy responsable directo de la manía de hacer esas chorradas. Así que los tomates, a los del cine).