viernes, 26 de febrero de 2010

Annabel Lee.

Annabel Lee. Edgar Allan Poe.

FUE HACE MUCHOS Y muchos años,
en un reino junto al mar,
habitó una señorita a quien puedes conocer
por el nombre de Annabel Lee;
y esta señorita no vivía con otro pensamiento
que amar y ser amada por mí.

Yo era un niño y ella era una niña
en este reino junto al mar
pero nos amábamos con un amor que era más que amor
—yo y mi Annabel Lee—
con un amor que los ángeles sublimes del Paraíso
nos envidiaban a ella y a mí.

Y esa fue la razón que, hace muchos años,
en este reino junto al mar,
un viento partió de una oscura nube aquella noche
helando a mi Annabel Lee;
así que su noble parentela vinieron
y me la arrebataron,
para silenciarla en una tumba
en este reino junto al mar.

Lo ángeles, que no eran siquiera medio felices en el Paraíso,
nos cogieron envidia a ella y a mí:—
Sí!, esa fue la razón (como todos los hombres saben)
en este reino junto al mar)
que el viento salió de una nube, helando
y matando mi Annabel Lee.

Pero nuestro amor era más fuerte que el amor
de aquellos que eran mayores que nosotros—
de muchos más sabios que nosotros—
y ni los ángeles in el Paraíso encima
ni los demonios debajo del mar
separarán jamás mi alma del alma
de la hermosa Annabel Lee:—

Porque la luna no luce sin traerme sueños
de la hermosa Annabel Lee;
ni brilla una estrella sin que vea los ojos brillantes
de la hermosa Annabel Lee;
y así paso la noche acostado al lado
de mi querida, mi querida, mi vida, mi novia,
en su sepulcro junto al mar—
en su tumba a orillas del mar.


El pasado año se conmemeraba el doscientos aniversario del nacimiento de Edgar Allan Poe. Para mi uno de los mejores escritores americanos. Sus obras más conocidas son los Cuentos de Misterio e imaginación, pero escribió poesía, ensayo y además fue el creador de la novela detectivesca (sí, Nicolás, Poe es muy anterior a Conan Doyle, de hecho sir Arthur nació diez añaos después de la muerte de Poe).
Hoy quiero centrarme en el Poe poeta. No suelo ser demasiado dada a la poesía, o por lo menos a cierta "clase" de poesía. Pero cuando escuché por primera vez este poema no pude dejar de sentirme fascinada. Reconozco que no llegó a mi por los cauces habituales. Lo lógico habría sido a través de un libro, una antología o algo así ¿no?. No, lo mío fue algo diferente. Fue a través de la radio. Original ¿verdad?
Un grupo llamado Radio Futura cantaba una canción titulada Annabel Lee. Me gustó la canción e investigué. Así supe que era un poema de Poe.

Os dejo el vídeo musical de Radio Futura. Un vídeo muy cuidado y con una estética que de seguro gustaría al propio Poe.


domingo, 21 de febrero de 2010

Todo estaba bien...



Hay momentos de la vida en que nos sentimos inundados de una paz sobrecogedora y extraña, como una sensación de tremendo alivio después de muchos nervios o de muchas expectativas. Es en esos momentos cuando sientes que el equilibrio se ha conseguido, cuando estás notando que hay un principio que hace que todo esté en perfecta armonía y estabilidad cósmica, por decirlo de alguna forma. Mil brazos de fuego se apagan y sólo hay una brisa reconfortante y fresca que alivia el impetuoso espíritu. Caes en un manto profundo, en un colchón de inmensa paz que es infinito e insondable. No sabes ni describir qué es lo que ocurre, pero, a pesar de ello, te encanta sentirlo y deleitarte con el profundo sentimiento de paz que invade.
No es una entrada meditada ni convencional, me he puesto a escribir lo que me está saliendo de una mezcla de un enorme alivio y de la canción que antes he puesto. Obviamente, no voy a convertir este modo de escritura en la nueva forma de hacer entradas, pero me pareció correcto cambiar, al menos por esta vez, el estilo que hemos llevado hasta el momento en el salón del estudio.
El sentimiento de alivio se ha producido por terminar los exámenes, por haber pasado al quinto año de la secundaria, por estar aquí, ahora.
Hace muy pocos días he cerrado un ciclo en mi vida, y ahora tomo conciencia de que el tiempo pasa demasiado rápidamente y de que el ciclo sin fin continúa sin ningún descanso. Hace pocos días me he percatado de que, si ahora he cerrado un ciclo, estoy a muy poco tiempo de cerrar otro mucho más importante. No había caído en la cuenta de que he recorrido el camino de un modo tan rápido hasta este momento. Sí, he disfrutado y he pasado grandes momentos a través de este camino, pero también sé que he tenido que sortear muchas dificultades, hacerme un huequito para poder pasar, esquivar muchos obstáculos y jamás dejar de andar el inmenso y basto camino. Comparando hechos que han marcado muy profundamente mi vida, he tomado conciencia de que ya mucho he andado desde esos entonces. En esos tiempos, jamás me hubiera imaginado estar aquí, tal y como estoy ahora. Parecía todo tan lejano y distinto, todo tan difícil e imposible, que ahora me sorprendo a mí mismo en estas circunstancias. De aquí obtengo muchas cosas para hablar y para decir. Ciertamente, en un post de este blog no lograría plasmar todo lo que he hecho y logrado durante este camino, ni todo lo que he aprendido y ganado. Sí puedo decir algunas cuantas cosas.
Al transitar y recorrer un camino que no ha sido del todo grato, como todos los caminos, he aprendido mucho sobre la vida y sobre mí mismo. He aprendido que soy capaz de lograr más cosas de las que he imaginado conseguir en algún momento de mi vida. He aprendido que lo que cuenta es mirar con los ojos del corazón y del alma, que son los que tienen la verdadera razón. He aprendido que el mayor de los tesoros está siempre en el corazón. He aprendido a escuchar y a aprender de otras experiencias, de otras personas y de otras vidas. He aprendido a reírme de mí mismo y de las cosas que me ocurren, cosa que antes era incapaz de hacer. He aprendido y madurado mucho en todo este tiempo, y la verdad es que me sorprende creerlo.
He encontrado a gente que vale la pena, a amigos que están allí siempre que los he necesitado. A personas que no me han abandonado nunca, aún en los peores momentos que pasé; a gente a la que le importo y con la que he aprendido mucho. Personas que me han dejado un poquito de su corazón y a las que he entregado también un pedacito del mío. He visto cómo otras personas no me abandonaban nunca y siempre estuvieron allí, siempre para darme ánimos en los peores momentos. He visto cómo otras personas me han escuchado y sabido comprender, evitando que me cayera.
He comenzado a comprender que el tiempo sigue corriendo aunque un reloj o un calendario no lo marquen, he comenzado a entender que el camino es infinito y que a la vuelta de la esquina hay una nueva aventura, he comenzado a ver que nunca se sabe de lo que uno es capaz. Tal como Sam le dice a Frodo cuando están en la casa de Elrond: “En esta casa hay muchas vueltas y recovecos. Uno puede perderse por aquí, si usted me entiende. Y a la vuelta de cada corredor hay una nueva sorpresa”. He comprendido que Bilbo tenía razón, y que el camino lleva a muchas partes y a muchos lugares en esta vida, y que si no estoy atento puedo llegar a parar al bosque negro. He aprendido, tal como dice Bilbo, que detrás de la esquina del camino hay una nueva aventura por delante.
He comprendido que los sueños, cuando de verdad se quieren con mucha intensidad, se pueden alcanzar y lograr. He comprendido que, no importa las piedras y los palos en el camino, ni los semáforos o los peajes, lo que importa es estar dispuesto a sortear todo eso para llegar al lugar al que tenemos que llegar.
He comprendido que en este mundo hay lugar aún para los cuentos de Hadas, para los Dragones, para los castillos encantados, los Elfos del bosque, los Duendes y Enanos, para las antiguas fórmulas mágicas que incluyen patas de araña. He aprendido que hay lugar para los sueños, y he buscado un refugio en el mundo fantástico para cuando necesito salir de la realidad y recordar todo esto. He descubierto que en la ficción (cualquier clase de ficción) se esconden más secretos de lo que parece a primera vista, y que siempre es un buen lugar para meterse y pensar sin ser interrumpido. Es como mi pequeña Sala del fuego particular.
Me he visto envuelto en circunstancias que jamás habría creído posibles (luchar contra una Ogresa de Musicografía Braille y tratar de hacerle frente a una tremenda Vampireza de Ecología) y me ha gustado estar inmerso aquí.
He aprendido y ganado muchos de mis propios errores, porque he tratado de rebuscar algo útil en todos ellos. He aprendido a ser un gran revolucionario de mayo y a no callarme ante las injusticias (y así mismo he aprendido cómo lograr desquiciar a medio colegio primario).
Veo mi vida pasada y la presente bajo una luz distinta desde hace ya algunos años, y trato de encontrarle un sentido más allá de las cosas que puedan aparecer a primera vista.
En suma, y para ir redondeando el post que, nuevamente, se ha alargado más de lo que yo esperaba, creo que he aprendido, logrado, ganado, reído, disfrutado, vivido y hecho muchas más cosas de las que me creía capaz en un principio.
Y he cerrado un ciclo. Y estoy en un periodo de transición muy importante (sí, como los anfibios). Y estoy en ese estadio de paz y libertad que ayuda a reponer energías y tomar fuerzas para un nuevo periodo. Y sí, pienso descansar todo lo que pueda antes de volver a comenzar. Y sí, he de comenzar otra vez a andar el camino. El ciclo, aunque yo lo sienta así, aún no termina del todo, es sólo un intervalo. Y pienso continuar el camino siempre con la frente arriba, con la mirada puesta en el futuro, con personas que me darán su apoyo y a las cuales trataré de apoyar, con mucha esperanza por delante. Y es que, como nos dice Bilbo, el camino sigue y sigue, no tiene un límite claro ni definido. El camino no es finito. Siempre seguimos hacia delante, y nunca hay que rendirse. Y el camino continúa, damas y caballeros. Sigue adelante y no se detiene.
El tiempo sigue corriendo, aunque no haya reloj ni calendario.
Y como el tiempo sigue corriendo, hay que seguir aprovechándolo al máximo.
Y el tiempo sigue corriendo, continuando el infinito minutero que no se ve ni se oye. Sólo se siente: sólo se siente en lo más profundo de la vida, en cada latido del corazón, en el pasar de una planta.
Pero antes de seguir el camino, antes de proseguir hacia delante, acompañado de buenos amigos y con un verdadero deseo de no parar, antes de que el tiempo siga corriendo, quiero descansar y disfrutar de este estado de paz que invade cada rincón de la habitación en donde estoy. Quiero disfrutar de unas breves vacaciones para reponer fuerzas (se podría decir que recién ahora comienza mi año nuevo XD) y luego volver a andar. Quiero disfrutar de tres palabras: “Todo estaba bien”. “Todo está bien”. Encierran un profundo significado, aunque no lo aparente a primera vista. Están llenas de una gran profundidad en lo más hondo de su significado. Como dice mi querido Conan Doyle: “He aprendido, a lo largo de mi carrera, que en las cosas más triviales y sencillas se esconden las grandes respuestas”.

¡Elen sila lumenn omentielmpo!


[Nota: Sí, el post me ha quedado bastante extraño. Luego una entrada un poco más convencional en donde ponga algunas anotaciones de interés para el salón en general. Desde ya les adelanto que el salón se vestirá de fiesta muy pronto, a causa de un acontecimiento extraordinario. Más noticias en el post informativo.]

domingo, 14 de febrero de 2010

Paraules d'amor. (Palabras de amor)


Hoy quiero dedicar esta entrada a todas esas historias de amor poco convencionales. Historias que no son las típicas y tópicas de este dia. Historias llenas de ternura y también de locura. Pero ¿que es el amor sino locura?

Y voy a hacerlo a través de canciones, algunas de las mejores canciones de amor que se han escrito. Un viaje a través de cuatro de ellas:

A la sombra de un león (Joaquín Sabina)




Sin tu latido (Luis Eduardo Aute)




Sólo pienso en ti (Victor Manuel San José)



Núvol blanc (Lluís Llach) (Nube blanca)




Y para finalizar la canción que da nombre a la entrada Paraules d'amor de Joan Manuel Serrat. En un preciosa versión de Rosario Flores.



Feliz día de San Valentín para todos.

domingo, 7 de febrero de 2010

Genios del humor. Les Luthiers.



Hoy les traigo a uno de los mejores humoristas que he escuchado: Les Luthiers

Les conocí hace unos 20 años gracias a una compañera de estudios. Y me cautivaron. Su humor es fresco, sutil y muy elegante.

Sin más preámbulos, les dejo con ellos.

jueves, 4 de febrero de 2010

El show debe continuar.



Un 4 de febrero de 1991 veía la luz el álbum Innuendo, el último álbum de estudio de la banda Queen antes del fallecimiento de Freddy Mercury Hoy hace de eso 19 años.

En mi modesta opinión, es uno de sus mejores álbumes. En el brilla la voz de Freddy, tan poderosa como siempre, aún cuando el ya estaba muy deteriorado físicamente por la enfermedad que acabaría con su vida el 23 de Noviembre de ese mismo año.

Soy fan de Queen desde pequeña. Desde que, gracias a mi hermano mayor, escuché Bohemian Rhapsody (uno de sus mejores y mas exitosos temas). Esa canción me impactó y desde entonces su música ha acompañado algunos de los momentos más felices e importantes de mi vida. Y también de alguno de los momentos más duros y difíciles.

Recuerdo que le regalé ese disco a mi hermano pequeño, también un gran fan de la banda. Y que cuando escuché la canción The show must go on rompí a llorar. Sabía que freddy estaba enfermo, muy enfermo. Aunque siempre ocultó su estado de salud, su deterioro físico era tal, que incluso en un vídeo tuvieron que distorsionar las imágenes para tratar de que su extrema delgadez no fuera tan evidente. Recuerdo que escuchar esa canción me hacía llorar, sobretodo al fallecer el cantante. Consideraba que era la canción más triste que había escuchado nunca. La canción de alguien que sabe que le queda poco tiempo, una despedida.
Pero llego un día en que tuve que hacer frente a una grave enfermedad. Y escuché la canción. Y contra todo pronóstico no derramé ni una lágrima. Por primera vez en mi vida, 12 años después de escucharla en aquel álbum, entendí la letra. Sí, la canción era una despedida, pero ¿porque tenía que ser triste? Que la vida seguía aunque el ya no estuviera en ella, pero que de alguna manera seguiría vivo. Viviría cada vez que alguien cantase o escuchase una de sus canciones.
En ese momento en que entendí la canción, empecé a entender y aceptar muchas cosas en mi vida. Primero de todo, acepté que mi vida podía acabarse. Miré a la muerte de frente y vi que no hay que temerla. Que la vida es maravillosa, pero hay momentos en que seguir vivo es una condena y la muerte una liberación. Que lo importante es aprovechar cada segundo que tienes, no postergar lo importante para "cuando tengas tiempo". Y aceptar eso me hizo más fuerte. Y la suerte puso el resto.

Y hoy, casi siete años después de ese mágico momento, cuando escucho esa canción y recuerdo a Freddy pienso que me enseñó una de las lecciones más importantes de mi vida. A vivir al máximo cada momento porque la vida (o el show) continuará sin mí y lo único que en ese momento pensaré será en que de verdad he vivido una vida plena.

Ah, se me olvidaba. Superé la enfermedad y a día de hoy solo me quedan pequeños efectos secundarios del tratamiento. Pero por suerte nada grave.