jueves, 22 de julio de 2010

El día en que se publicaron tres entradas en el salón del estudio: Tras el retorno más pequeño de la historia...



... me voy de vacaciones. ¡Tengo ganas de gastar bromas!

En realidad hay parte de verdad en lo que digo anteriormente. Después de un intenso periodo de trabajo y estudio, de las tres semanas más desgastantes de mi vida y de los cuatro días más pesadillescos, lo único que quiero hacer es descansar. Como es lógico, preparar entradas formales en el salón requiere tiempo, esfuerzo y concentración. Recopilación de datos, búsqueda de material, puesta a prueba de los ejercicios, pensar y seguir pensando. Ahora mismo mi cerebro me está pidiendo a gritos descansar y relajarme.

El problema es que si me relajo demasiado, luego me resulta complicado volver a arrancar, con lo que considero más prudente no desconectarme por completo del mundo entero, sino comenzar a darle al cerebro material para que trabaje, pero como si fuera un motorcito ronroneando, sin acelerarse. Como ya mencionaba en la primera entrada que escribí, quiero leer y escribir estos días, entre otras cosas.

Tengo nuevas ideas que quiero poner en práctica en el salón del estudio. Tengo unas cosas pendientes por publicar. Tengo la intención de hacer una ampliación. También la de cambiar el rostro del salón del estudio. TEngo ganas de poder sentarme un rato al teclado y escribir sobre cualquier tema: algo que me mantenga ofcupado y requiera cierto pensamiento, pero que no sature por completo ni que desgaste demasiado.

Necesito reponer fuerzas, damas y caballeros. Allá los del hemisferio norte, además, estáis en plenas vacaciones de verano, de seguro padecéis el calor y no dan ganas de sentarse a pensar demasiado. Es por eso que, por segunda vez en el salón del estudio, se abre oficialmente un periodo de vacaciones que duraría tres o cuatro semanas como mucho. A finales de agosto, si mis fcálculos son correctos, deberíamos retornar a las actividades principales del salón, volviendo a las secciones regulares y que requieren mayor grado de preparación.

Iniciamos una etapa Stan by en la que nos dedicamos a reír, a razonar y a divertirnos con cosas sencillas y que nos ayuden a mantenernos despiertos, pero descansando. Desde ahora en más, y salvo que surja un suceso extraordinario que requiera lo contrario (léase caso en la sociedad del misterio, problema de matemáticas verdaderamente interesante), se comenzarán a publicar entradas más centradas en dispersión que en concentración. Quizás traigamos materia reflexiva o datos de interés que nos ayuden a salir del sopor, pero creo que habrá un auge de Escritura aficionado.

Por el momento, baste decir que estamos de vacaciones. Sobre la marcha iremos improvisando, como las mejores vacaciones. Nunca me ha gustado planificar mucho una salida, siempre es mejor estar dispuesto a conocer lo que las vacaciones quieran presentarte.

¡Felices vacaciones, amigos del salón del estudio!


¡Elen síla lumenn omentielmpo!


P.S. ¿Ahora entendéis porqué era necesario hacer dos entradas distintas? Una anuncia el retorno, y otra... anuncia una especie de partida a medias.
P.P.S. Y dí, estamos vestidos de fiesta para celebrar las vacaciones, así que adelante... ¡El salón del estudio tirará el salón por las ventanas!

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