martes, 28 de diciembre de 2010

El sabueso de los Baskerville


Hace unos meses paseaba yo por Santiago cuando, en el escaparate de la librería en la que compro los libros para la facultad, me encontré una edición de El sabueso de los Baskerville, obra que hacía tiempo que quería leer, a sólo 3'75 €. Por supuesto, hoy ese libro está en mi estantería, ya leído, y me dispongo a contaros mis impresiones. He de decir que se trata de mi primera (y hasta ahora, última) lectura de "un Sherlock"; y he de decir que he leído poca literatura policíaca (de los grandes grandes, he leído varios "Poirots" de Agatha Christie; aparte, puedo mencionar la ya comentada aquí Huesos de Santo o El misterio de la cripta embrujada, de Eduardo Mendoza).

Bueno, pues la verdad el libro creo que cumple su cometido. No es un libro muy largo, ni muy profundo, pero entretiene. Hacia la mitad llega un momento de "no retorno", un momento que te engancha de manera que no puedes soltar el libro hasta acabarlo. La historia rezuma misterio y giros en la trama. Además, me gusta que no muestra simplemente a Sherlock haciendo sus averiguaciones y dándoselas de listo (por cierto, a veces odio a estos superdetectives cuando se creen semidioses), sino que durante parte de la historia es el relator, Watson, el protagonista. Se le da un mayor papel, y creo que así se consigue una mayor sensación de misterio que con un detective que diga que ya lo sabe todo (además, Sherlock repite varias veces que están ante un caso muy difícil).

Otro aspecto positivo de El sabueso es el aspecto mitológico-legendario-supersticioso que introduce con el propio perro. Le da un aire de tenebrosidad, de terror, al relato, cosa que también se consigue con otros elementos, como la oscuridad del páramo en el que ocurren algunos hechos.

En el lado negativo, pues lo que he dicho: no esperéis un libro que os haga reflexionar sobre algo, ni que muestre un determinado aspecto de la sociedad para criticarla; pero es que tampoco creo que sea lo que busca: busca entretener, y vaya que si lo consigue.

Y esto es todo por hoy. En la próxima entrada hablaremos de "Riña de gatos. Madrid, 1936", el último libro de Eduardo Mendoza (La verdad sobre el caso Savolta), y que hace poco ha sido galardonado con el Premio Planeta, y que puedo adelantar que me ha encantado.

2 comentarios:

Nicolás dijo...

¡Diantres!

Mil excusas, mon ami, mil excusas por semejante falta de etiqueta y de respeto. Mon Dieu, debería haber comentado esto mucho antes, aunque espero que sepas excusarme dado al hecho de que no he atravesado una época idílica en mi vida estas últimas semanas (retiro lo dicho y convierto este en el eufemismo del siglo). A ponernos al día.

¡Bravo por Sherlock Holmes! ¡Que viva Arthur ConanDoyle! ¡Y muerte a las compañías!

Así a destacar, el primer hecho curioso que me llama la atención es el de que el libro costara sólo 3,75 €, lo que me habla de que Sherlock Holmes cae en la negrura de la impopularidad y que las tiendas quieren quitarse de encima libros poniéndolos a bajo precio como para sacarse algunos mangos y liberar espacio en las bodegas y escaparates. Digo más, la red ha hecho a un lado los siempre bien amados libros de Sherlock Holmes. Y digo más, me bajé cuarenta y cinco (45) archivos rar de a porquería esa de película de Sherlock Holmes de Guy Ritchie para llegar a la conclusión de que todos estaban fallados, hecho que impedía la descompresión de los rar...

Y ahora al libro.
1. A mí, por el contrario, me fascina el superdetective que lo sabe todo en todo momento. Es arrogante y pedante y puede pasar por imbécil, pero en realidad es un recurso literario que usa el autor para hacer trampa. Como el lector se ve bombardeado constantemente con la pedantería y la superioridad del detective que dice a cada rato eso de "Esto es pan comido para mí", el autor aprovecha el hecho más natural de que los humanos somos orgullosos y vanidosos. De inmediato, la reacción del lector es esta: "¿Con que sí, eh? ¡Pues no! Este tipo no es tan genial como pretende serlo, el muy condenado, cualquiera puede hacer lo que hace él... ¡Incluso yo!". Entonces salta otra vez el detective diciendo que ya sabe todo y lo que sigue... y el ego se revela diciendo: "¡Mierda! Esto lo puedo resolver yo. Si ese estúpido pedante lo puede hacer, yo también puedo!". Y luego el detective dice: "Sólo me faltan un par de cabos, pero el caso está resuelto". Y entonces el lector dice: "¿Ah, sí? ¡No! Yo he visto lo mismo que este sujeto, yo puedo resolver igualmente que él. A ver... una solución estúpida... una solución impensable... sacada de la manga... ¡Y zas!". En este momento, cher ami, el lector se lanza a hacer disparates, conclusiones, observaciones y tiros al aire en desesperadas intentonas de demostrar superioridad, y en ese revoltijo de impaciencia, terminamos perdiendo de vista la pista clave, convenientemente oculto por medio de otras artimañas, y en la que quizás hubiéramos reparado de estar más tranquilos y tener más paciencia. Es distraer al lector, poniéndole como excusa el orgullo herido, y así hacer más complejo el enigma, incluso dando la sensación de "oh Dios mío, hay que ser Sherlock Holmes para poder resolver esto, es demasiado complicado, y yo no soy Sherlock Holmes". La trampa está en desmoralizar.

Nicolás dijo...

2. Eso es Sherlock Holmes, entretenimiento absurdo puro y duro que te deja un poco loco (no es un cocodrilo ni un orangután, ni una pícara serpiente ni un águila real; ¿un gato?, ¿un topo?, un elefante loco, que le patina el coco, y sabe andar en moto). Es genial, es genial.
3. La historia me gustó mucho en su momento. Es interesante e instructivo, y tiene puntos extraordinarios y de gran interés... ¿Sabes? No eres el único que comienza con el sabueso de los askerville, creo que Jengibre y Jack tuvieron el mismo encuentro... Yo comencé con Un caso de identidad, como siempre al traspié XD Las historias de Doyle son geniales para poner a prueba la teoría policial, aunque algunas hacen agua y otras son bastante trilladas... Con todo, ha tenido ideas originales y brillantes. DE las novelas, la que más me ha gustado, ha sido el Valle del Terror, eso sí estuvo genial. Estudio en Escarlata, El signo de los cuatro y El sabueso de Baskerville son buenas, tienen historia y mucha tela, pero no me llamaron lo suficiente la atención...
4. Por último, les recomiendo a todos, tanto sherlockianos como sencillos seres humanos cuyas vidas son perfectamente normales, que leáis el artículo de Sherlock Holmes que alberga la Inciclopedia, la enciclopedia libre de contenidos, porque no tiene ningún desperdicio. Risas garantizadas. Si no ríe, le mosdevevol el dinero que no habéis pagado, siempre en efectivo contante y sonante de Banco Aragón, para el pueblo, por el pueblo y sin el pueblo ¡siempre!

¡Elen síla lumenn omentielvo!