jueves, 15 de abril de 2010

Introducción y reapertura



¡Bienvenidos a una nueva entrada de matemáticas, damas y caballeros!

Como probablemente ya habrán oído por algunos Lares, el salón del estudio tuvo que renunciar, durante un tiempo, a su sección de matemáticas. Los principales motivos se resumen en dos palabras: poca participación. Tomando en cuenta la cantidad de seguidores que había en aquella época y la cantidad de comentarios sobre esas entradas, creo que no era muy popular. Estoy haciendo un intento más para verificar que aquellos viejos tiempos hayan cambiado un poquito.

Como ya he dejado dicho en otras ocasiones y en múltiples entradas del salón, las matemáticas no sólo sirven para hacer matemáticas. Es una ciencia formal y, como tal, tiene propios conceptos y casos de aplicación específicos para su campo de estudio; sin embargo, muchas son las áreas de aplicación de la ciencia formal por excelencia. Materias tan dispares como la Ecología, la Taxonomía, la Geología, la Meteorología, la Climatología, la Edafología, la Química, la Física, la Biología, la Zoología, la Botánica y la Astronomía… se sirven de la matemática para poder avanzar y seguir camino adelante. No sólo para otras ciencias, sino, también, para la vida cotidiana. Las matemáticas aparecen prácticamente en toda nuestra vida y, bien empleadas, pueden constituirse en la solución a gran parte de nuestros problemas.

Otra ciencia formal es la Lógica. Como tal, aliada con la Matemática, puede servir para resolvernos aún más la vida. El principal estudio de la Lógica es la Lógica Lateral o Lógica alterna. Este tipo de lógica cuenta, específicamente, con la capacidad de desarrollar en quien la practica una habilidad de resolución que linda con la intuición.
Como su nombre indica, la lógica lateral o alterna consiste en la lógica aplicada de una forma alternativa o por un camino poco transitado. Otra definición, un poco más concreta, sería pensar las cosas desde un ángulo distinto o con otro punto de vista.
Al practicar constantemente la lógica lateral, inconcientemente, uno comienza a aplicarla en los problemas cotidianos que van surgiendo por allí, así como en las preguntas que nos dan interés y nos llenan de curiosidad. Cuando se nos presenta un problema en la vida diaria, lo más usual que tendemos a hacer es dejarlo de lado y no resolverlo por:

  1. No tengo ganas.
  2. No sé cómo.
  3. No tiene solución.

Con lógica lateral aplicada esto no ocurriría. El no saber cómo resolver el problema es el principio del juego. Porque ¿si uno supiera cuál es la forma de solución, seguiría siendo problema? La respuesta, como pueden imaginar, es “no”. La experiencia me ha demostrado que, cuando a un niño le ponen un problema común y ordinario en que le dan la respuesta demasiado claramente, se le está perjudicando gravemente, pues el niño tiende a creer que eso es una situación problemática verdadera. Ahora bien; cuando el niño se encuentra con un problema de dificultad media y necesita resolverlo, cree que le están dando a resolver la Ecuación de Strodengert. Es así como, desde mi humilde opinión, considero que lo necesario es preparar problemas jugosos y ricos que inciten a pensar, reflexionar y razonar, y que puedan ser útiles para la vida fuera del colegio o del salón de estudios.
El no tener ganas se debe a no tener las herramientas básicas para trabajar. “Claro, porque si no tengo ningún material con el que hacer mi labor… ¿cómo diantres se supone que voy a resolver esto?”. Es algo así como un principio que dice que los seres humanos necesitamos cierto grado de experiencia para poder trabajar con algo. Como es lógico suponer, si no se ha tenido una preparación previa en el conocimiento matemático y de la lógica aplicada, obviamente no se tendrán muchos instrumentos para la resolución de problemas.
Y, respondiendo al tercer punto, creo que el hecho de no tener ganas o de no saber cómo responder una cosa hace a que tengamos la cierta o vaga impresión de que el problema no puede resolverse. Y esto sin siquiera haber estudiado el problema a fondo. Sería algo muy parecido a prejuzgar a una persona por el color de piel, por su religión o por su idioma. “Claro… el problema a primera vista parece confuso y lioso; entonces debe ser, necesariamente, que el problema es tan complejo que no tiene solución”. Complejidad no es sinónimo de no tener solución; complejidad es sinónimo de la promesa de pasarse toda una tarde estudiando analíticamente el problema y tratando de encontrar luz en la oscuridad.

Si queremos hacer una definición un poco más concreta de la lógica lateral podríamos hacer esto:
«La lógica lateral es aquello que nos impulsa a hallar nuevos caminos, nuevos puntos de vista o nuevas formas de ver la realidad.
»El ser humano, frecuentemente, está sujeto a ver la realidad de una única forma y a no encontrar nuevos puntos de vista sobre la vida en general; esta actitud, sumada al hecho de no tener muchas herramientas disponibles, hacen que la lógica lateral no sea capaz de desenvolverse como moneda corriente en nuestras vidas.
»Supongamos que tenemos una casa en medio del bosque. Supongamos que para llegar a esa casa hay un camino trazado de ante mano por otros hombres. Supongamos que nosotros tomamos ese camino para llegar a la casa en medio del bosque. Esto es un paralelismo de los problemas que se suelen dar en la escuela primaria. Ya saben, eso típico de: “María tiene tantos billetes de tantos valores. Va a la tienda y gasta una cuarta parte de lo que tenía”… Un horror. Lo que se pretende en este caso de problemas es que el estudiante, guiándose por las palabrejas claves que deja caer el enunciado, piense cuáles son las operaciones que tiene que realizar para resolver el problema; si ha hecho todo correctamente, el alumno aprueba el examen y se queda con una noción tremenda de lo que es un problema de matemáticas. El alumno ha seguido el camino trazado de ante mano para llegar a la casa en medio del bosque.
»Ahora supongamos que el camino hacia la casa del bosque (sí, ese camino que ya había sido trazado antes por otros hombres) se bloquea debido al derrumbe de muchos árboles. Supongamos que tenemos que llegar a la casa del medio del bosque. ¿Qué tendríamos que hacer? Simple, buscar un camino o ruta alternativa. A esto quería llegar: una ruta alternativa… La lógica lateral trata de eso, precisamente. Cuando el camino trazado de ante mano no sirve para llegar a la solución de un enigma, necesitamos una ruta alternativa para llegar a esa solución, necesitamos una lógica distinta y lateral. Un nuevo punto de vista; un nuevo enfoque de cámara; una nueva alternativa a hallar la solución. Es la hora de trazar un nuevo mapa, un nuevo rumbo, una nueva recta de acción sobre la que trabajar. Supongamos un problema que no se resuelve con la forma tradicional o típica de solucionar un “seudo-problema” del colegio. ¿Quién podrá defendernos? ¡Yo!, ¡el Chapulín Colorado! Hem… como que eso no iba aquí. Retomo: ¿qué podremos hacer? ¡Ser creativos! ¡Aplicar la imaginación! ¡Tratar de hallar un nuevo camino aplicando lo que ya sabíamos! ¡Tratar de hallar un nuevo rumbo sin saber nada! ¡Comenzar a construir nuestro propio método! ¡Avanzar en el camino! ¡No rendirnos por la primera piedra! Recordar que estamos trazando un nuevo camino a la cabaña, y que hay maleza, pastizales, malas hierbas, piedras y muchos árboles. Estamos tratando de hacerlo y ¡lo lograremos!
»¿Creen que un matemático es el que se encierra a jugar con una calculadora todo el día? No. ¡¿Creen que un matemático es alguien que se sabe todos los dígitos decimales de P y E?! No. ¿Creen que ser matemático es tener una camisa a cuadros y estar analizando la teoría de la relatividad, o la teoría del caos, o la teoría de la cuantización atómica, o la teoría de la salsa de carne? ¡¡¡No!!! Ser matemático es tratar de ser creativo y poder aplicar esa creatividad a un problema. ¡Soy Juan Pérez y estoy tratando de dilucidar quién me ha robado mi calcetín! ¡Eso es ser un matemático! ¡Soy Fulano Perengano y estoy perdiendo mi tiempo tratando de saber cuál es la solución al problema de la eminencia! ¡¡¡ESO ES SER UN MATEMÁTICO!!! ¡Soy Ramón García, y estoy tratando de encontrar un camino para llegar a la cabaña del bosque! ¡Ramón García es un matemático porque está aplicando la lógica lateral!
»Este es el grado de pasión y locura que pongo en las matemáticas. Todos somos matemáticos, en cierto sentido y de cierto modo. Matemático es aquel que aplica la lógica lateral, la creatividad, la imaginación, la perspicacia y la capacidad de deducción para desentrañar un enigma. Ha habido personas que han descubierto misterios inmensos de matemática pura, y no sabían ni las tablas de multiplicar. En cambio, ha habido otras que eran increíbles matemáticos, pero se les fue la vida tratando de resolver el problema de las cuatro mujeres o el de la balanza y las monedas.
»Esto es lógica lateral, esto es aprender a pensar de formas distintas para llegar a la misma conclusión.
»Supongamos que el camino ya trazado es muy aburrido y el paisaje no es bello, pero que hay lugares del bosque que son ricos en vegetación y en animales. Entonces… supongamos que usted decide ir por un camino alterno, trazar su propio rumbo y disfrutar del paisaje y de los animales. Entonces… hay otra persona que prefiere llegar más rápido y perderse de un hermoso paisaje y de espectacular flora y fauna. ¿Ambas llegaron al mismo lugar? Si. ¿Cuál fue la diferencia? Que tomaron distintos caminos y que uno llegó antes y otro después.
»Las variables son múltiples; los ejemplos son millares; las cosas que se pueden decir son tantas que no entrarían en una entrada de este blog. La variable puede ser: El hombre que eligió ir por el camino ya trazado se percata, a mitad del recorrido, que hay una manada de lobos salvajes por allí y tiene que encontrar una solución alternativa, o un rumbo distinto al que estaba siguiendo.
»Lo que hay que decir es siempre: ¡Sí se puede! Tener un espíritu abierto y libre, lleno de deseo por aprender y entender. ¿Qué? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo?
»Entonces… si están todos dispuestos, los invito a recomenzar el camino, a bordear nuevos rumbos, a resolver más problemas, a entrenar sus mentes, a aprender la magia de la lógica lateral.
¿Qué me dicen? ¿Están listos?...
... si la respuesta es afirmativa, ¡a comenzar otra vez el camino! ¡Adelante, y a por más aventuras en el camino de la matemática!

¡Elen síla lumenn omentielmpo!

5 comentarios:

Nicolás dijo...

Aprovecho que mi gato me ha levantado a esta hora y hago un par de aclaraciones que se me pasaron al hacer la entrada.

1- Debo calcular mejor los horarios de las entradas programas, porque yo creía que esto se publicaba hoy a las cuatro de la tarde y se ha publicado a las seis y media.

2- Sí, esta entrada no tiene números. Ya habrá tiempo para eso, ¿no? Con esta introducción se abre la sección de matemáticas que habíamos suspendido en diciembre a causa de los exámenes y de que no parecía muy llamativa. Como quien dice, la esperanza es lo último en perderse, así que quería y quiero darle una nueva oportunidad. De ahora en más la publicación del salón del estudio será como venía siendo, pero de vez en cuando caerá un problema, un acertijo o un ejercicio, alguna entrada de curiosidad matemática y algunas meditaciones sobre determinados problemas.

3- Releo la parte de "¡soy Fulano Perengano!"... y me percato de que es cierto, a veces escribo las cosas con demasiada más intensidad de la debida.

4- Como ya he dicho en la entrada: ¡A recomenzar el camino!

Los Fantasmas del Paraíso dijo...

Al leer la entrada lo primero que me viene a la cabeza es: qué gran profesor. Y con profesor me refiero tanto a la docencia así, directa, en persona, como a que se te daría genial escribir libros de texto o, aún mejor, de divulgación. O incluso para los mismos profesores, porque algunos no parecen tener claro cómo enseñar las matemáticas o incluso qué son.

Pues eso, un aplauso, y me mantengo a la escucha.

Nicolás dijo...

Me alagas, me alagas. Bienvenido por aquí, querido Fantasmas.

Me es grato saber que por lo menos tengo madera de docente y sólo falta más conocimiento y más experiencia (claro, también algo de pedagogía, porque estoy completamente seguro de que puedo volver locos a todos los chicos de la clase en lo que se tarda en decir "matemática"). Es todo un honor que dirijas esas palabras tan elogiosas, y te digo que me has sacado los colores. Me has dado un par de ideas interesantes -léase escribir libros de texto o de divulgación científica-y la de escribir libros para profesores también me ha gustado. Lo tendré difícil para lo de la divulgación científica, porque hay personas mucho mejores que yo y de las cuales yo he aprendido, y lo que ellos han conseguido difícilmente podrá alcanzarse de algún modo. Diego Golombec y Adrián Paenza son extraordinarios comunicadores, y con la Colección Ciencia que Ladra y con ¿Matemáticas... estás ahí? (siendo la segunda parte de la primera) han dado a muchos la posibilidad de darle una nueva oportunidad a las ciencias y a las matemáticas. Pero sí, los libros de texto sí son una buena idea.

Y mantente atento, porque dentro de un par de horas se abrirá un nuevo problema. No es de lógica lateral, aunque sí amerita ser pensado de un modo semejante para conseguir encontrar la clave de un pequeño enigma numérico. No me gusta hacer entradas con números, porque estos son demasiado... bueno, como que no a todos les gusta verse cómodos entre números y a veces confunden al tratar de resolver algo con un poco más de creatividad e intuición. Tampoco me gusta poner problemas de ingenio, porque si el ingenio llega y uno es capaz de resolver el problema ¡perfecto! Pero si no llega... si no llega ahí sí que se caen nuestras esperanzas. Como decía Edgar Poe en "Los Crímenes de la Rue Morgue", hay una gran diferencia entre el ingenioso y el creativo, como la misma que hay entre el que imagina y el que inventa.

Anónimo dijo...

Hola Nicolás...


¡¡¡¡ODIO LAS MATEMÁTICAS!!!!!

Nicolás dijo...

¿"Algún día aprenderás el valor de las Matemáticas"?... XD ¡Esto ya lo he vivido pero a la inversa! XD

Bienvenida de nuevo por esta sección, querida Jengibre. Y sí, sabido es que tu guerra con las mates es tan inmortal y eterna como la mía con las nuevas tecnologías o los vesukeos XDDD Pero bien, la sinceridad ante todo. Recuerda que yo también supe decir eso de las Matemáticas cuando era más pequeño, tendría unos diez u once años, y sólo porque las veía como algo horrible, espantoso, no me las explicaban bien y todo parecía muy frío y sin nada emocionante. Y sé que tu enemistad con los números que yo tanto amo se remonta a muchos años atrás, y que, por consiguiente, difícil es que les tomes afecto; sin embargo, convendría tratar de ganarles a los números y tomarlo como un verdadero reto, un desafío o un modo de decirles a los números: "¡Aquí vosotros no me ganaréis ni me superaréis!". Yo sólo he mostrado, citando lo que se dice en la entrada, un único enfoque de cámara, pero también puedes tú tomarlo como una aventura en la que debes superar a los números, los problemas y las situaciones conflictivas que te intriguen. Recuerda que parte del arte del detective es resolver situaciones problemáticas, y que muy frecuentemente esto se puede extrapolar a ese arte resolutivo. Y tú, Jengibre, tienes mucha capacidad intuitiva y te sobra creatividad, con lo que, con un enfoque directo y concreto al problema, podrás solucionarlo y vencer a los números.

Que para mí son amigos, pero si de un momento a otro comenzaran a superarme y a intentar esclavizarme (en el sentido de no poder contra ellos), creo que apelaría al hecho de tomarlo como una batalla naval XD